viernes, 27 de mayo de 2011

La libertad es la cultura


Los programas culturales, los espacios en los medios dedicados a la cultura están, salvo raras excepciones, en retroceso. La crisis, también en los medios de comunicación, lleva a la prensa a no invertir ni apostar ni por el periodismo especializado en general, ni por el periodismo cultural en particular. El retroceso para toda la sociedad es enorme.

Si para Aristóteles las virtudes cardinales que deberían regir al ser humano son una justa mezcla de sabiduría, fortaleza y templanza, se podría decir que el periodismo, que descuida la cabeza y el corazón, es decir, su capacidad de informar y enseñar, y se centra en su función más visceral de entretener, está olvidando su razón de ser.

Cualquier lector que vea, escuche o lea los medios de comunicación debería hacerse una pregunta antes: ¿qué quiero saber? Si cierra los ojos o tapa sus oídos ante la realidad y asiste sin pesadumbre a la sucesión de imágenes, palabras o voces que ni le avivan el corazón, ni le estimulan el cerebro, deberá preguntarse si no está buscando o no le están ofreciendo esos medios lo que existe y, sin saberlo, fue a buscar. La búsqueda desde ese momento de otras palabras, voces o imágenes deberá ser incansable o renunciar, definitivamente, a la idea de libertad.

En éste mundo apocalíptico de esclavos que no saben que lo son y de buscadores de lo que, salvo rarísimas excepciones, no se ofrece, llegará el momento en el que algunas de las cabezas y corazones de aquellos que se dediquen a eso que se denominó periodismo, miren y descubran a aquellos desilusionados inconformistas, esa audiencia minoritaria desatendida que hace falta ganar o recuperar; y, a través del lenguaje adecuado y de volver a los orígenes de su oficio, la batalla por recuperar las parcelas de la realidad desatendidas y descuidadas se transforme en un bautismo vivificador y revitalizante.

El mundo apocalíptico es el actual, la evidencia más clara de todo ello es que nadie lo sabe o se mira rápidamente para otro lado conformándose con un simple y llano ‘que se le va a hacer’. Las audiencias viven bajo la ilusión de libertad, y existen periodistas que creen que los nichos para los programas culturales no existen y que apostar por esos espacios con la que está cayendo es sembrar en tierra baldía.

Sólo el conocimiento de éste problema, la reflexión profunda sobre cada uno de sus aspectos, incluso cuestionar el gran pesimismo que lo impregna, puede aportar luz en este mundo de sombras. Arrojar luz sobre cada vertiente de estos matices es lo que se trata de hacer en cada espacio dedicado a la cultura. Negarle al lector, al oyente o al espectador estos espacios, que puede que no fue a buscar, serviría para recortarle un poco más las alas, volar a un proyecto de mundo mejor.

NOTA IMPORTANTE 18/05/2016: La imagen que encabeza el artículo es una obra artística de a J. Canas que alude a 'La victoria alada de Samotracia' que se puede ver aquí, Lamento no haber verificado el origen y pedido el oportuno permiso  para publicarla. Escribo esto para pedir disculpas  a la espera de que el autor me diga la mejor forma de proceder.

2 comentarios:

J.Canas dijo...

Por favor si ponen imagenes de obras mias ,lo minimo es pedir permiso y poner el autor de la obra.Informaros de la fuente.Gracias

J.Canas.

NickName dijo...

J. Canas te pido disculpas, han pasado muchos años desde que lo puse como referencia a la Victoria alada de Samotracia, ahora estaba revisando el blog (lo tenía abandonado), con sus muchos errores y algunos aciertos y he visto tu comentario (en otras imágenes había puesto el enlace a la fuente, en el tuyo supongo que no la encontré originalmente, así que te pido disculpas) Si quieres que retire la imagen o que haga referencia a la fuente por favor dímelo. Lo de pedir permiso también tienes razón. El blog nunca estuvo monetizado hasta ahora pero eso no lo justifica.